Por Daniel Bedetti (Lince Observador)
La verdad, no estaba muy entusiasmado con el ESAPI L
Pero todo fue cambiando cuando empezamos a trabajar. En las primeras reuniones, en las visitas al terreno los sábados por la tarde. Descubrí, o en todo caso rememoré, las horas, los días, el tiempo que pasé en ese terreno cuando tenía doce o trece años, cuando construimos los rincones, las tardes de scout-ball con las broncas por los malos arbitrajes, los marzos en que el terreno, hoy tan pelado, era una selva de yuyos y pasábamos varios días limpiando. Los recuerdos, a veces, son los que avivan el presente. Y el trabajo de esos bravos padres construyendo su fogón, y el entusiasmo del Mono, y las ganas y la fuerza de Leonardo, del Consejo de Grupo, de los rovers. Bueno, me cambiaron la perspectiva. Empecé a programarme y dejar para después del ESAPI todo lo que se podía dejar.
Trabajé en la Comisión de Ceremonial, donde el Mono, manijero como siempre, intentaba arrasar con todo, y me sorprendieron las frenadas de los chicos, incluso las guías del Clan para poner las cosas en su lugar.
Me preocupaba lo que parecía ser el tema excluyente del ESAPI: la Memoria , y la posibilidad que el homenaje a nuestros scouts desaparecidos se convierta en un acto político afín al gobierno de turno. Me alegró comprobar que no fue así, y creo que Susana y Cuchi Fernandez fueron capaces de manejar el tema con la altura que correspondía.
Me asombró ver el trabajo inclaudicable de Memo, de Fernando Herrera, de Cuchi, de Federico Gonzalez, del Mono Beccaccini, que le pusieron tantas horas no sólo de sábados, sino de cualquier día de la semana para que todo este impecable.
La nota que preparé para la revista sobre la década del 70, me hizo recordar muchas cosas que tenía olvidadas en un rincón de la memoria, investigar, hablar con varios para entre todos recomponer las fechas, los protagonistas, los hechos que marcaron una historia.
Y me acordé de nuestro trabajo en Villa Quilmes, del Tulo, aquel chico que protegíamos y que una vez se hizo una fiesta con las carteras que las chicas dejaban en el recibidor cuando estaban en misa. Y me di cuenta que después de 30 años de democracia, Villa Quilmes sigue igual…
Llegamos al sábado 1 de octubre, y en esa jornada inolvidable pintamos los cerámicos, nos reencontramos con los hermanos de Eli, con la hermana de Eduardo, con las hermanas de Horacio, y con las dos artistas porteñas, que revelaron ese gran compromiso para que nuestros hermanos tengan su recuerdo.
Y llegó el ESAPI L. Me emocioné con la apertura, el baile de Laura, los gritos de “usilla” de Fefo, el encendido de la antorcha con mi nieto Ignacio. Y lloré como un marrano abrazado a Matias, el hijo de mi amigo Horacio a quien yo no conocía, y me quedé sin voz gritando “Eduardo” “Siempre Listos”, y me encantaron los recuerdos de Gloria y la Patrulla Gacelas donde Eli era como el sol que entra por la ventana en invierno.
Y se me pegó el candombe de Liebre Cantora (¿Por qué le habrán puesto “cantora”?), y me gustó el arroz con pollo de la noche, y vi que había sido una buena idea.
Bárbara la patrulla Panteras, con un guía que es una máquina, con un entusiasmo desbordante.
Y el tiempo estuvo ahí. Amenazante siempre, pero condescendiente con nosotros, nos dejó cumplir con las actividades tal como estuvieron programadas.
El domingo fue como todos los ESAPI, pero con mucha gente, con el orgullo de cada patrulla y sus gritos, con un excelente asado, y el tradicional scout ball multitudinario que para la próxima va a requerir una ambulancia cerca.
Muy buena la revista (gracias Tato y el equipo de Revista). Muy buena el CD de recopilación de fotos (gracias Cuchi y escaneadores ), muy bueno el asado (gracias maestros asadores) y GRACIAS a todos por participar, y hacerme sentir, a mi y a tantos otros una parte viva y orgullosa de San Pio X.
Y gracias a Kostka, presente en el espíritu en todo nuestro ESAPI L.
Y vio, la comunidad, que era bueno. Y así atardeció y amaneció el segundo medio siglo.
ResponderEliminarEl acto de Memoria fue un acto profundamente político. Nunca estuvo la intención, de ninguno de sus miembros, y doy fe de ello, de adjudicar esto a algún partido político.
ResponderEliminarDespués de 30 años Villa Quilmes sigue igual por muchos motivos. Uno de ellos creo que tiene que ver con que se cae en una posición filantrópica, caritativa, sin formación política (hay que miedo!) y sin articular con otras organizaciones sociales en el largo plazo. No es fácil, pero por lo menos para 'empezar' a discutir.
Por último, agregaría algunos nombres a los que le dedicaron tanta energía, y agregaría a la Comisión Canción, y a la de Video que también hicieron lo suyo con notable calidad.
Un abrazo, y gracias por la nota Daniel!!!